Leo esta mañana en el diario por internet: "Niemeyer, de 101 años, fue sometido a dos intervenciones quirúrgicas el mes pasado en el Hospital Samaritano de Río de Janeiro y el fin de semana había sido trasladado a una unidad de cuidados intermedios". Y los versos llegan ávidos hasta mis manos, y se exparcen...
A OSCAR NIEMEYER
De nuevo me quedo en zozobra, las imágenes de la obra del arquitecto brasileiro me llenan la cabeza, pienso en Brasilia, en Avilés, en la sede del Partido Comunista en Paris
Silencio, melisma, tecata, curvas finas, sublimes, rosan, tientan, acarician el cielo y explotan... se esparcen por entre el papel, el lápiz queda cojo, sin punta, retraído, esparcido, eyaculado.
La piedra toma forma, el lápiz despereza de su siesta erótica y observa, complacido, su creación, sus posibles, sus aportaciones, sus claro-oscuros, sus blancuras
El aire fresco recorre entera la arquitectura creada, la sonrisa de los niños se vuelca y se esparce feliz, complacida, enérgica por entre las curvas suaves que se erigen en la plaza
El silencio llega con la noche, la plateada luna lo ilumina todo, ciega mi vista casada, cierro los ojos y a tientas, recorro texturas, materiales, espejos de agua que se adentran felizmente en mis entrañas, me siento, saboreo la oscuridad creada, me repliego sostenido en mi bastón de siglos, mis pies descalzos alanzan el césped cortado fino, rebusco en mi bolsillo, sacó de mi bolso la libreta, saco punta a mi lápiz blando... y el papel se estremece
/ Nuevamente /
POEMA PROPIEDAD de Humberto González Ortiz
A OSCAR NIEMEYER
De nuevo me quedo en zozobra, las imágenes de la obra del arquitecto brasileiro me llenan la cabeza, pienso en Brasilia, en Avilés, en la sede del Partido Comunista en Paris
Silencio, melisma, tecata, curvas finas, sublimes, rosan, tientan, acarician el cielo y explotan... se esparcen por entre el papel, el lápiz queda cojo, sin punta, retraído, esparcido, eyaculado.
La piedra toma forma, el lápiz despereza de su siesta erótica y observa, complacido, su creación, sus posibles, sus aportaciones, sus claro-oscuros, sus blancuras
El aire fresco recorre entera la arquitectura creada, la sonrisa de los niños se vuelca y se esparce feliz, complacida, enérgica por entre las curvas suaves que se erigen en la plaza
El silencio llega con la noche, la plateada luna lo ilumina todo, ciega mi vista casada, cierro los ojos y a tientas, recorro texturas, materiales, espejos de agua que se adentran felizmente en mis entrañas, me siento, saboreo la oscuridad creada, me repliego sostenido en mi bastón de siglos, mis pies descalzos alanzan el césped cortado fino, rebusco en mi bolsillo, sacó de mi bolso la libreta, saco punta a mi lápiz blando... y el papel se estremece
/ Nuevamente /
POEMA PROPIEDAD de Humberto González Ortiz
2 comentarios:
Humberto, desconozco casi todo de este señor, pero me queda claro que es alguien muy importante y sobre todo alguien que te inspira...supongo será difícil se recupere...pero ha vivido toda una vida y supongo aportando.
Abrazos.
Malena, pues te encataría la historia de este centario arquitecto brasileiro... Saludos amiga!
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