LLEGA EL INVIERNO

“... ¿Y por qué no?, a Joaquín Sabina y a sus mas de cien palabras para no cortarnos de un tajo las venas...”

Una vez más llega el invierno
las hojas secas cayeron sólidas y suaves
el niño ansioso, pequeño, sembrador
las recruje bajo su pisada tierna

Los de siempre esconden su osadía
bajo gruesas y camuflajeadas insolencias
los que mandan y dirigen /sin permiso de nadie todavía/
continúan sonriendo tras su rostro enjuto de verdad

Las nubes en el cielo alto, distante, cercano
dibujan tu silueta cándida y sonriente
la incongruencia impertinente revolotea saltarina
por entre las rebanadas de lo congruente desgastado

El contorno de la mar petenera constante
nos humedece con la seda de su espuma blanca
millones de ojos miran asombrados
a la aurora cálida que despunta como siempre

El armagedón se reafirma en el futuro
como lo único certero en nuestra vida incierta
la luna menguante fría y sombría
nos alumbra cariñosa con cráteres no descubiertos

El parque de la esquina aprieta fuerte
a la escarcha matinal que nos despierta
Lennon&McCartney unen de nuevo su voz
y lanzan al aire su nueva esperanza

La primavera calurosa descansa (por ahora)
de nuestra enjundia e inmundicia humana
el recuerdo de lo no-hecho golpea
a nuestra ansiedad por conseguirlo /algún día/

Las balas asesinas agujeran la hiel
de una rabia contenida que se desborda
las izquierdas se vaciaron de un poder
que nunca cultivaron con sus manos /con las nuestras/

Los bares por la noche nos cobijan
dejándonos olvidar por un momento que vivimos
la sonrisa de tus labios crece
aumentando así la alternancia de tu cuerpo

Las pequeñas cosas siguen sucediéndose
permitiéndonos llorar a solas acompañados del azar
el fin de año sigue cargado de buenos deseos
aunque haya algunos que prefieran ignorarlos

Por eso tenemos motivos suficientes
para pensar que no todo está perdido
/o que al menos/ no está perdido
lo que ellos quieren que pensemos que hemos perdido

Los mas de cien motivos de Sabina
nos permiten ordenar nuestras cien palabras
para no arrancar nuestra sangre del torrente
y así, percibir, gozar y provocarnos el presente
para disfrutar que
una vez mas
llegó el invierno!


POEMA PROPIEDAD DE Humberto González Ortiz (1995)