jueves, 11 de octubre de 2007

TLALTELOLCO A 11 DE OCTUBRE




Llegué a la oficina como siempre a las 8 de la mañana, miré en mi calendario de mesa que mañana era 12 de octubre, día de la raza era en México, día de la hispanidad lo llaman en España… mi viaje a México sigue dándome vueltas en la cabeza, recuerdo que al aterrizar en el D.F., y mientras el avión se conducía hacia la puerta del aeropuerto, paseamos por todas las pistas del aeropuerto Benito Juárez, y allá en el final de la pista, me dí cuenta con cierta amargura, que las casas servían de barda del aeropuerto, el muro que finiquitaba el aeropuerto mexicano, se confundía con casas, ropa tendida, banderas mexicanas, niños mirando aviones en las azoteas, y el gris característico de la autoconstrucción mexicana, que rodeaba aquella barda final del aeropuerto…

Los días y las horas corrían en mi contra, solo tenía una semana para abrazar, para recorrer, para mirar y para darme entero… y así, andando en taxis, atascos, vendedores ambulantes uniformados, puestos de tacos y tortas, kioskitos arruinados de periódicos en las esquinas y el metro naranja que fiel nos custodiaba nuestras idas y venidas en taxi por calzada de tlalpan, vi que el calendario señalaba… martes 2 de octubre de 2007. Todas las estaciones de radio (independientemente del color y tendencia política) difundieron sendas horas a recordarnos que ‘el 2 de octubre no se olvida’, recordaron a aquel movimiento estudiantil que empezó como una disputa entre universitarios y que acabó en una masacre en la plaza de las tres culturas de Tlaltelolco, se repetía la consigna de qué pedían los estudiantes, anunciaban que evitaran circular cerca de Tlaltelolco ya que las manifestaciones colapsarían el tráfico, y mas de un conductor capitalino mentó madres diciendo ‘pinches manifestantes, otra vez chingándonos con su pinches marchas’…

Quedé atónito ante la cantidad de banderas mexicanas que colgaban de todos lados, en azoteas, ventanas, espejos de camiones, motocicletas, espejos de taxis escarabajo, y claro aquellas enormes banderas oficiales, una en el zócalo y otra en periférico… entonces recordé que había llegado el 28 de septiembre, justo en el mes de la patria… y mientras escuchaba todas aquellas habladurías oficiales que la radio ladra a todas horas con una chava que le preguntaban: ¿y tú, qué México prefieres?... y los locutores hablando del 68 sin tener ni puta idea de qué era el 68, y radio educación y radio ciudadana haciendo pedagogía al respecto, y miles de políticos 68eros sentados en sus curules de diputados del congreso (el partido y las siglas ya no importan, digo, si pensamos que uno de los lideres mas importantes del movimiento es pariente de Carlos Salinas de Gortari), y los periódicos llenos hasta el tope de reseñas, breves y fotos de aquel 2 de octubre de 1968.

Miraba a mi alrededor, y los niños en la calle pidiendo, los limpiavidrios en las esquinas, las marías con sus niños en el rebozo pidiendo limosna, el metro hasta la madre transportando millones de mexicanos al día, el zócalo repleto de albañiles, plomeros, electricistas… y miraba y miraba y no encontré en ningún lado a los asesinos en la cárcel, miré y miré y no encontré los juicios a punto de resolverse con quienes organizaron la matanza sentados en el banquillo de acusados, miré atento, pero solo ví a los asesinos de jóvenes envejeciendo en sus casas de las Lomas, mientras Paco Ignacio Taibo II organizaba una plática con los supervivientes, y donde tenia que recordar a los jóvenes que Mendiolea y Cueto eran los jefes de la policía de la ciudad de México, cuya renuncia pedía el programa de los seis puntos, bandera del movimiento estudiantil..






Volteo de nuevo y miró el D.F. lleno, repleto de tricolores banderas, que se agitan al viento, indignadas ante tanto olvido, indignadas ante el culto que sobre ellas hacen millones de mexicanos, sin saber que en el fondo, las banderas… tampoco traen consigo la justicia y que los poderosos las utilizan para adoctrinarnos acerca de su simbolismo de cartón, mientras con ella en el pecho roban, matan, asesinan impunemente y sonriendo.

Dr. en Arq. Humberto González Ortiz
Barcelona a 11 de octubre de 2007



Pd.
Les recomiendo visitar el sitio en la Internet: http://www.jornada.unam.mx/2007/10/02/2deoctubre.php, que es de donde he sacado las fotos que ilustran esta entrada.

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