lunes, 12 de diciembre de 2011

DELIRIUM TREMES


                                       “… a mi niña caraqueña de los ojos verdes…”

Andaba yo rozando ya el delirium tremes, ese
Al que el día a día nos lleva sin saberlo
Y nos vemos de repente
Agotados
Flacos
Consumidos
Secos
Llegué a casa y al entrar dejé fuera toda parte esa vida
Que fastidia
Y me abracé fortísimo
A su cintura
A su marina mirada
A sus senos firmes
A su sexo predispuesto
Mi cabeza dejo de rebotar sobre el manto insidioso de la realidad
Del mundo
Y respiré largamente
Feliz
Pletórico
Amoroso
Amante sagaz que agazapado
Espero a su presa
Y en la noche nos fundimos
Con ese rayito de luna que
Atesoraba en mi bolsillo por si caso lo necesitase en días como hoy
Que nublados
Nos ciegan inmisericordes de los tímidos naranjados de la aurora
Que nos descubre
Amados
Satisfechos
Sudoroso
Desnudos
Brillantes
Sin delirium tremes y sí
Con una sonrisa de grandes cuates
/ Que se aman /

Humberto González Ortiz©

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