"… a mi hermano Jorge…"
Aquella caminata fue apoteósica
No hubo clase y decidimos, nosotros jóvenes y aventureros
Regresarnos caminando todo río Churubusco hasta Oceanía
Donde tu agarraste tu pesera y yo, mi metro hasta Molina
Lo cierto, es que yo también te extraño tanto
Muy a menudo recuerdo nuestras primeras clases de literatura, con la lagartija profesor del 159 de la secundaria
O cuando, nos enamoramos a distancia de las chavas del 153, con lo cual, casi me llevo una golpiza gratis por los grafitis de Pancho el chistoso
O cuando, nos juntábamos todos en las mesas de ping-pong a no hacer nada, solo a estar allí apiñados
O cuando, me enamore locamente de Lourdes, y te tenía hasta la madre, con mis indecisiones siempre eternas
O cuando, nos juntamos en tu casa a armar aquella radio transparente para el loco, y sabio maestro de física del 651
O de la cantidad de jazz que compartiste conmigo en tu novedoso compact disc, de mediados del ochenta
O de cuando te avise que me casaba y apareciste sonriente, y trajeado, en los juzgados fiel amigo como siempre
O cuando por mail me avisaste de tu enamoramiento compartido con Claudia, nuestra amiga común, interminable
Así es amigo mío
Yo también desearía que ese cafecito de insurgentes se olvidara de las leguas, y naufragara en alguna coordenada transgresora del océano, que acercara nuestras manos
Te cuento que sigo estudiando cotidianamente al Ché Guevara como bálsamo, para encontrar respuestas a este mundo reaccionario y liberal, en que habitamos
Te confieso que sigo siendo melómano limitado, y la vieja trova sigue acompañando mis sueños de una posibilidad casi imposible, aunque sigo abierto a otras músicas que conversen, y transformen nuestros días
Es así amigo mío como intento romper mis silencios, con la sonoridad de mis ansias que cabalgan
Pero estas catalanas que tengo delante, irrumpen mi meditación poética con su catalán viejo de siglos
en medio de este metro que me transporta para casa cómplice de mi exabrupto por contarte todo en un momento
Ojalá pudieras estar aquí, y compartir esta felicidad mía de mirarte imaginario y sentado a mi lado
Pausado
Sonriente
Pero es inútil
He llegado a casa y tú sigues lejos
Y yo sigo siendo un enfermizo creyente
de utopías
POEMA PROPIEDAD DE Humberto González Ortiz (2001)
4 comentarios:
siguen las evocaciones, buenos tiempos aquellos eh?
saludos y enorme abrazo.
malena
Me Encanta leerte Amigo, no más por hoy...
Abrazos
Mariaje
Malena, si vuelves por aquí, a ver cuando vemos un post tuyo nuevo,se te echa de menos. Abrazos
Buenos tiempos y buenos amigos!... Saludos y un gusto verte de nuevo por aquí!... espero que por casa este todo mejor!
Abrazos a vos tambien Mariaje!
Publicar un comentario