martes, 21 de julio de 2009

NAJAT EL HACHMI: "UNA OPINIÓN DESDE CATALUÑA"

Normalmente el 'El Periódico de Cataluña', busco la columna de la escritora Najat El Hachmi (a ella misma siempre le cargan el 'san benito' de 'la escritora de origen marroquí', cuando lleva TODA LA VIDA viviendo en Catalunya), y hoy no fué la excepción... Y como 'particularmente' he padecido cierto aire 'recista' en mis poquísimas visitas al ambulatorio, les quiero compartir su columna aprecida el día de hoy.

Dr. en Arq. Humberto González Ortiz
Barcelona a 21 de julio de 2009


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Najat el Hachmi

Al querido Arturo San Agustín le sigo a menudo por la originalidad de su mirada. Por ello me cogió a contrapié el jueves leyendo su columna. Decir que si se habla de Rayán es porque su familia es inmigrante no es, tal como él teme, políticamente incorrecto, es de una inhumanidad que estremece. Políticamente incorrecto sería denunciar cómo a lo largo de todos estos días las cámaras han desplazado el centro de la noticia hacia las carencias del sistema, la precariedad de las enfermeras o el descubrimiento de los exóticos rituales de enterramiento de los marroquís.

Lo que más pavor me da de su columna es la relación que insinúa entre inmigración y colapso sanitario, cuando dice que «maestros, médicos y enfermeras saben muy bien lo que quiero decir».

Pues si quiere, yo le contaré otras versiones de la historia para que sepa por fin lo que quiere decir: de pediatras que te dicen que a ver si le pones un nombre catalán a tu hijo para saber si es niño o niña, mientras le examinan los cataplines; de comadronas que se ríen de tu dolor mientras das a luz, por creer que no entiendes el idioma que hablan; de médicos que se te quitan de encima con un suero fisiológico por una diarrea de tu hijo, que acaba ingresado al cabo de dos días cuando otro amable profesional te dice «si tardas un poco más en traerlo, ya no tendrías hijo».

Pero esto no lo explicamos los que lo hemos sufrido en propia piel, porque tenemos bastante juicio como para pensar que los que no se dejan la ideología y los prejuicios cuando se visten la bata son minoría, y porque, encima, quizá saldrán con aquello de que estos moros nunca están contentos y siempre se quejan.

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