lunes, 19 de enero de 2009

VOZ A LA POESIA PALESTINA

Los palestinos han renunciado a las fiestas

Alguna vez el canto se alzaba
como dulces sirenas sobre las colinas,
y aun si trabajabas
tus árboles o tus libros
o cocinabas para tu familia
algo simple,
te lavabas las manos
y te peinabas el agua del pelo.

Montañas de arroz, zapatos brillantes,
un huracán de danzas.
Los niños con trajecitos
y vestidos de terciopelo caían dormidos en círculos
después de comerse 47 almendras de Jordania.

¿Quién se casa? ¿Quién ha regresado
de un lugar distante más allá del mar?

A veces ni te enterabas.
Comiste todos los alimentos sin saber.
Besabas las mejillas de quien pasara
abofeteando el tambor, enrojeciéndote la palma.
Más tarde
llena, enriquecida,
tenías una fiesta en la piel.

¿Dónde es que la pelea
se introduce en esta historia?

La lucha se extravió en alguna parte.
No es lo que nos gusta: comer, beber, pelear.
Los estudiantes se congregan silenciosamente
en el salón de clases
y la puerta del edificio
es arrancada por una explosión.
Pupitres vacíos
donde la risa solía sentarse.

Aquí vivía la risa
tintineando su monedero de morralla fina
y ahora se esconde.
Ya no llegará al zaguán como un vendedor de jabones,
el buhonero de las cerillas, el viejo italiano
de la fábrica de Nablus
con su mágico saco de palillos.

Nos han dicho que no estamos
cuando siempre estuvimos aquí.
Su goma de borrar no funciona.

Mira las fotos coloreadas a mano
de jóvenes demasiado perfectos e inmóviles.
Las bombas parten por la mitad
las frases de todo mundo.
¿Quién las hizo? ¿Conoce alguien
que las fabrique? El viejo taxista
menea la cabeza
yendo y viniendo entre Jerusalén y Jericó.
Ellos no verán, dice con lentitud,
la historia detrás de la historia,
siempre buscan la historia después de la historia
lo que significa que nunca comprenderán la historia.

Así que esto seguirá y seguirá.

¿Cómo lo soportamos, si sigue y sigue?
Ha durado demasiado.
Nadie recibe ya ni una pequeña postal
del lejano lugar más allá de los mares.

Nadie en la noche oye venir a los soldados
para arracar de su tibio sueño al olivo.

Rasgar raíces. No es noticia de primera plana
en tu país ni en el mío.
Nadie escucha el imperceptible sollozo
del terciopelo en el cajón del ropero.


Naomi Shihab Nye

Poeta, narradora y compositora palestino-estadunidense, nació en San Luis Misuri en 1952. Es hija el escritor Aziz Shihab, quien emigró a Estados Unidos en 1948, expulsado de su tierra al crearse Israel. Este poema es del libro Fuel (Combustible),Boa Editions Limited, Nueva York, 1998. (Traducción del inglés: HB)



No lloraré

A las puertas de Yafa
amigos míos,
y entre el caos de escombros
de las casas,
entre la desnutrición
y las espinas, dije a los ojos,
quieta:
deteneos... Lloremos
sobre las ruinas
de quienes se han marchado
abandonándolas.

La casa está llamando a quien la edificó
La casa está dando el pésame por él.

Y el corazón, deshecho, gime
y dice:
¿Qué te han hecho los días?
¿Dónde están los que antes te habitaban?
¿Has sabido de ellos?
¿Has sabido tras su partida?

Aquí soñaron, aquí estuvieron
y trazaron los planes del mañana.
Más, ¿dónde están los sueños y el mañana?
Y, ¿dónde, dónde ellos?

¿Cómo van a aplastarme las heridas?
¿Cómo podrá aplastarme la desesperación?
¿Cómo voy a llorar ante vosotros?...


Fadwa Tuqan

Considerada la más grande poeta palestina, Fadwa Tuqan nació en 1917 en Nablus (Cisjordania) y murió en 2003. Lírica e intimista, adquirió un tono nacionalista después de la guerra de 1967, que dejó a Nablus bajo la administración israelí. Con la ocupación, debió hablar de los humillantes controles fronterizos, la indignidad de las demoliciones de viviendas y el fervor de la sublevación de los niños.




Para ustedes en Gaza


Bajo la sombra de mi mano sobre este papel
Escribo estas palabras solo
para ustedes en Gaza

La noche aquí es más fría
porque sabe de los cuerpos
de ustedes que yacen en las calles


El silencio de esta noche de cristal
repite sin cesar los nombres
de los suyos asesinados en el día


Las estrellas aparecen sobre nosotros
para dar testimonio contra la herida
que les abren en el corazón

Los montes no dicen nada
porque ninguna palabra puede sufrir
como ustedes en Gaza

Pero todo esto es una mentira sin remedio
pues no sé porque estoy aquí
mientras mueren ustedes en Gaza


Yves Berger

Yves Berger, notable artista visual nacido en la Alta Savoya, Francia (1978), ha trabajado en talleres de dibujo con niños palestinos, en los campamentos de Gaza.



ENCONTRADO EN EL SUPLEMENTO 'OJARASCA' DEL PERIÓDICO MEXICANO LA JORNADA. 19 de enero de 2009

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