Como un ladrón de sensaciones
Que absorbe la preciosidad de los momentos
/ Ésos inseparables compañeros /
Laberintos contenidos en la entraña humana
Así se encuentra esta noche mi corazón acongojado
La vida fugaz se esparce por mis dedos
Entreabiertos de mi mano temblorosa
Sensaciones, fluctuaciones de amor agradecido
Solo el momento nos mantiene vivos, en pie
Por ello lacera a mi espíritu el usufructo
Por qué comprendemos que dos + dos son cuatro?
Por qué comprendemos un atardecer que estremece espíritus?
Mi lápiz continúa recorriendo ágil el papel
Mi incomprensión sobrecoge a la comprensión incomprendida
Luchamos por futuros comprometidos y aburridos
Las acciones las flagela nuestro olvido
El mañana inseguro nos des-pertenece
El silbido etéreo del pájaro madrugador nos des-escucha
El momento será nuestro solo
Cuando lo forjamos con instantes y trasnoches
Es nuestro único tesoro
En la búsqueda de mi instante preciso
Me ilumina la luz de otros instantes bellos
En todo caso...
Intentaré forjar luceros de prontitud innata
Para que su brillo bañe la oscuridad incomprensible
Que ahora en mi prisa de vivir comprometido
Logre asaltar la luz de sus instantes y momentos encendidos
POEMA PROPIEDAD DE Humberto González Ortiz (1995)
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