Ayer miraba a los indigenas campechanos rehaciendo sus casas destrozadas sonriendo, saben que 'ese' es su destino, miraban lejano a Felipe Calderón que se acercó a la zona de desastre a mirar los daños de DEAN, con su super camisa, su pantalón limpito y sus zapatas de montaña, eso sí, en la casa de una señora que al mirarlo sentada, mirana el hueco que habia quedado en el techo y que llenaba de lodo su suelo de tierra, ensiciando sus pies descalzos, mojando sus colchonetas, su cocinita, la muñeca de trapo que sostenía su hija descalza que miraba a las cámaras sin entender porqué estaban esos tipos bien vestidos allí, siempre han vivido igual, y nunca había venido nadie... el presidente se puso su gorra militar (últimamente le gusta mucho todo lo castrense al Calderón), salió de aquella casa destruida, dejándola con el hueco del techo que mojaba, y el hueco eterno de la promesa incumplida.
Caminó acelerado para 'verlo todo', una comitiva enorme seguía como rémoras al 'presidente', vió otro hogar destruido, su secretario le daba una caja llena de víveres, el Felipe Calderón se acercó a lo que parecía una puerta, salió una niña y él, le entrego la caja... los flashes la dejarón sin habla, aquel hombrecillo de camisa celeste y gorra militar le sonreía y le daba la mano, los cámaras lo tenían, con eso entrarían en le telediario de la noche... 'El presidente Calderón se ocupa personalmente de los damnificados del DEAN', pensaba la redactora que estaba en la comitiva, Calderón seguía sonriendo, sus calzado de montaña estaba casi intacto, la niña miraba desconcertada y descalza, Calderón dió la vuelta y siguió con su visita, la niña cerró su puerta, miró a su madre que amamantaba a su pequeño hermano y qué le preguntó, ¿quién era hija?, no sé, mucha gente y un señor bajito con lentes y gorra, que me hicieron fotos y me dió esta caja... ah, dejala allí en la mesa, pero cuidado con el agujero del techo, por si vuelve a llover... si mamá, la dejo aquí en el suelo junto a mi cama, hasta aqui no llega en agua cuando llueve...
Dr. en Arq. Humberto González Ortiz
En Barcelona a 23 de agosto de 2007
Caminó acelerado para 'verlo todo', una comitiva enorme seguía como rémoras al 'presidente', vió otro hogar destruido, su secretario le daba una caja llena de víveres, el Felipe Calderón se acercó a lo que parecía una puerta, salió una niña y él, le entrego la caja... los flashes la dejarón sin habla, aquel hombrecillo de camisa celeste y gorra militar le sonreía y le daba la mano, los cámaras lo tenían, con eso entrarían en le telediario de la noche... 'El presidente Calderón se ocupa personalmente de los damnificados del DEAN', pensaba la redactora que estaba en la comitiva, Calderón seguía sonriendo, sus calzado de montaña estaba casi intacto, la niña miraba desconcertada y descalza, Calderón dió la vuelta y siguió con su visita, la niña cerró su puerta, miró a su madre que amamantaba a su pequeño hermano y qué le preguntó, ¿quién era hija?, no sé, mucha gente y un señor bajito con lentes y gorra, que me hicieron fotos y me dió esta caja... ah, dejala allí en la mesa, pero cuidado con el agujero del techo, por si vuelve a llover... si mamá, la dejo aquí en el suelo junto a mi cama, hasta aqui no llega en agua cuando llueve...
Dr. en Arq. Humberto González Ortiz
En Barcelona a 23 de agosto de 2007
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