La militarización de E.U y Canadá con el miedo al llamado, ‘terrorismo global’, esta llegando a México, donde la represión militar a la resistencia democrática, se ve en varios estados de la República Mexicana (Oaxaca y Guerrero son un buen ejemplo), y ahora con la ‘aparición’ del EPR en la vida nacional, refrenda la opción de continuar apoyándose en el ejército a las calles de México para ‘defender’ las instituciones debilitadas, por una deslegitimación social y que busca, afanosamente, apoyarse ‘en la fuerza’ para lavar y justificar su imagen ante la opinión pública. Tal como hemos visto este fin de semana cuando, nuevamente ‘se militarizó’ a Chichón-Itzá, ante la visita del presidente español José Luis Rodríguez Zapatero.
Parece pues cierta, la tendencia que señala que, la mediocridad esta de moda, incluso con nuestros gobernantes, que no gobiernan ‘para el pueblo’, si no mas bien, defienden ferozmente, los intereses de los empresas multinacionales que quieren sus dividendos bien protegidos, no importa cómo, ni que métodos utilicen los mediocres gobernantes para protegerlos. Porque ya puestos a ofrecer 'seguridad' a las inversiones extranjeras, podía tambien 'defender' los intereses del pueblo mexicano, con salarios dignos, con una seguridad social digna, con inversiones en infraestructuras y con claridad en las cuentas electorales, y no con dineros turbios provenientes de ciudadanos mexicanos que ahora debemos subrayar con la coletilla 'de origen chino'.
Mientras la FIFA (y otros consorcios), organizan eventos deportivos, donde el deporte es casi siempre lo ultimo que importa, convirtiéndose así, en una pasarela donde exhibir jugadores, para negociar los traspasos millonarios y llenarles la camiseta de marcas, y llenarles a ‘ellos’ (los organizadores) los bolsillos con millones de euros. Mientras la realidad del mundo sigue siendo la pobreza, la necesidad, la guerra, la indiferencia y la mediocridad de los dirigentes que solo defienden ‘intereses’, no banderas o países.
Dr. en Arq. Humberto González Ortiz
En Barcelona a 16 de julio de 2007
No hay comentarios.:
Publicar un comentario