miércoles, 20 de mayo de 2009

REPENSANDO

No leo todos los libros que debiera
No escribo todos los
Versos
Artículos
Cartas
Cuentos
Que mi mente guarda
Mi paisaje a veces se encuentra
Desolado
Como hace quince o veinte años
Con las calles de la malinche llenas de baches, de casas desconchadas, de tienditas tenebrosas
Ese pasado a veces
Muchas veces
Se acerca a mi lado y retoma su significancia, su significado
Y aquellas calles repletas de niños que jugaban beisbol
Con las aceras como bases
Con los agujeros como montículos convexos
Quién sabe dónde van todas estas letras que no he escrito
Donde quedaran los atajos de mi mente
Al no leer por no tener tiempo
Donde quedarán mis dudas de todo, o de casi todo como cuando éramos niños
Las llaves de mi llavero abandonado siguen allí
En la mesita de noche, metidas en el cofrecito de madera
Porque, a pesar de su vejez y su pátina del tiempo
Esa llave sigue abriendo el zaguán de aquella puerta
Esa llave sigue llevándome entero al crepúsculo del amor
Donde te encontré en invierno
Caminando por aquella Barcelona novedosa
Nuevita
Para estrenar en nuestras noches de largas caminatas, de largas conversaciones en la cocina
Del piso de la calle parís
Donde nos encontramos, donde nos renacimos, donde nos fundimos
Entre tus recuerdos y los míos
Será por eso quizás que saqué punta mi lápiz y comencé a escribir mi historia
En retales
Que he ido numerando
Uno
Dos
Tres
Cuatro
Así hasta llegar a varios cientos que se acumulan en mis libros inéditos
No leo todos los libros que debiera
No escribo todos los
Versos
Artículos
Cartas
Cuentos
Que mi mente guarda
Mi paisaje a veces se encuentra
Desolado
Como hace quince o veinte años
Cuando me despedí de mamá en el aeropuerto para no volver más nunca
Y qué hago yo con esta llave vieja metida en ese cofrecillo de madera
Sino intentar
Recordar
Retener
Asimilar
Y proponerme a leer, a escribir, a relatar
Mi infancia de juegos de beisbol
Mi adolescencia de amores ocultos en lo alto de las escaleras de la prepa
Mi juventud sobrevolando Nueva York y aterrizando en Barcelona
Mi madurez
Que se cuestiona la vida
Que se apresura a enseñar mis incidencias
Que comedido se infiltra entre sus piernas
Que consiente
Se plantea
Leer y releer
Para poder seguir escribiendo no grandes poemas
Apenas poemillas pequeños
De esos que te denotan la sonrisa
Cuando los lees en el quicio de la puerta
De pie
Y el lápiz ágil
Para llenar de anotaciones el pie de página
Para soñar con la posibilidad
Esa tan frágil
De llenar de sentido, y de sonrisas, y de presentes, y de ayeres, y de futuros
Nuestra renovada estrategia
Por conseguir encontrar nuevo sentido a contar
Uno
Dos
Tres
Cuatro


POEMA PROPIEDAD DE Humberto González Ortiz

6 comentarios:

colombine dijo...

Muy lindo...y muy muy emotivo..a todos seguro nos hará revivir también algo...

un Beso amigo

Unknown dijo...

Gracias Lola... por revivir conmigo, tus recuerdos. Besos

Anónimo dijo...

Cuanto olor a nostalgia, a inconformismo (gracias a Dios), nunca leemos lo que debièramos, ni escribimos...ni conversamos. El tiempo jamàs serà suficiente, tal vez los privilegiados, los que trabajan en sus escritos, en sus leecturas, en sus refelexiones..ellos quizas, tengan tiempo

abrazos

Maria dijo...

Querido Humberto, estoy muy de acuerdo con el comentario de Armida, aparte de esto quiero decirte que a pesar de ser poemillas pequeños ó no tan pequeños, son Grandes Poemas en Calidad y Humanidad que es lo que más Importa, y para quienes te leemos, quizás tampoco tan a menudo como quisieramos, son Muy Significativos y Relevantes. Gracias por Regalarnos tus Grandes Poemas, y los que no escribas pues de todas formas ahí estarán en tu Interior formando parte de tí y de tu Grandeza como Persona y como Peatón Poeta. Un Abrazo Enorme y Besos Amigo Poeta

Unknown dijo...

Y los que no lo tenemos, alli andamos Armida querida... haciéndonos 'huequitos'... Besotes!

Unknown dijo...

Mariaje... gracias, tu siempre diciendo la palabra excata, para levantar el ánimo. Besotes... amiga!