Recomiendo el libro EL INFINITO EN LA PALMA DE LA MANO, de la escritora y poetiza nicaraguense Gioconda Belli, a todas mis amigas blogueras, a todas las víctimas de esta guerra de Irak, a todos aquellos que cómo yo, seguimos la busqueda afanosa de respuestas a tantas, y tantas... preguntas.
Él cree que quizá lo mejor sería no alejarse de la frontera del Paraíso por si Dios se lo piensa mejor y los busca. Ella teme que eso sea imposible... Ambos se plantean que, desde ahora, tendrán que buscarse la comida, o sea, matar para comer. Y luego está el decidir por sí mismos.
¿Seguro que estaban creados para eso? Es el tipo de reflexiones que se plantean Adán y Eva en El infinito en la palma de la mano, la sorprendente novela con que la poetisa nicaragüense Gioconda Belli (Managua, 1948) obtuvo los 30,000 euros del Premio Biblioteca Breve, que otorga la editorial Seix Barral y que celebró el martes en Barcelona su 50ª edición.
'No hablo tanto del pecado original o de si la expulsión es buena o mala, sino de las enormes contradicciones de la condición humana, de no aceptar lo finito, la muerte, la crueldad...', argumentó Belli, tras asegurar que recuperó 'la alegría cristalina' de su infancia cuando tuvo noticia del premio en EU, donde vive parte del año. Su tono lírico, unido a toques fantásticos, es el que ha puesto al servicio del origen de los tiempos. 'No soy religiosa, pero quería revisitar el mito fundacional de las culturas, hallar lo desconocido de lo conocido'.
El hilo plateado
Pese a su dominio del lenguaje, Belli (autora de una decena de obras, entre ellas los poemarios Línea de fuego y Mi íntima multitud y las novelas La mujer habitada y Waslala ), admite que le costó encontrar 'la voz que respetara la antigüedad, la magia y lo inexplicable'. Al final se dejó guiar por Eva, que le fue tendiendo 'un hilo plateado', siempre por el laberinto más o menos ortodoxo del Génesis, si bien admitió cierta influencia de los libros apócrifos.
Belli dedica su libro a las víctimas de Irak. 'Leía las noticias de esa zona donde geográficamente está el inicio de todo, y, cargada de ira y pena, luego había de imaginar el paraíso. Era una metáfora de la aspiración del sueño de la humanidad que nunca alcanzamos'. Quizá por esas contradicciones afirma que el personaje más interesante de su libro puede ser la serpiente, 'que no es el demonio, sino más bien un oráculo'.
Palabras de Gioconda Belli al recibir el Premio Biblioteca Breve
Dr. en Arq. Humberto González Ortiz
Barcelona a 9 de diciembre de 2008
Él cree que quizá lo mejor sería no alejarse de la frontera del Paraíso por si Dios se lo piensa mejor y los busca. Ella teme que eso sea imposible... Ambos se plantean que, desde ahora, tendrán que buscarse la comida, o sea, matar para comer. Y luego está el decidir por sí mismos.
¿Seguro que estaban creados para eso? Es el tipo de reflexiones que se plantean Adán y Eva en El infinito en la palma de la mano, la sorprendente novela con que la poetisa nicaragüense Gioconda Belli (Managua, 1948) obtuvo los 30,000 euros del Premio Biblioteca Breve, que otorga la editorial Seix Barral y que celebró el martes en Barcelona su 50ª edición.
'No hablo tanto del pecado original o de si la expulsión es buena o mala, sino de las enormes contradicciones de la condición humana, de no aceptar lo finito, la muerte, la crueldad...', argumentó Belli, tras asegurar que recuperó 'la alegría cristalina' de su infancia cuando tuvo noticia del premio en EU, donde vive parte del año. Su tono lírico, unido a toques fantásticos, es el que ha puesto al servicio del origen de los tiempos. 'No soy religiosa, pero quería revisitar el mito fundacional de las culturas, hallar lo desconocido de lo conocido'.
El hilo plateado
Pese a su dominio del lenguaje, Belli (autora de una decena de obras, entre ellas los poemarios Línea de fuego y Mi íntima multitud y las novelas La mujer habitada y Waslala ), admite que le costó encontrar 'la voz que respetara la antigüedad, la magia y lo inexplicable'. Al final se dejó guiar por Eva, que le fue tendiendo 'un hilo plateado', siempre por el laberinto más o menos ortodoxo del Génesis, si bien admitió cierta influencia de los libros apócrifos.
Belli dedica su libro a las víctimas de Irak. 'Leía las noticias de esa zona donde geográficamente está el inicio de todo, y, cargada de ira y pena, luego había de imaginar el paraíso. Era una metáfora de la aspiración del sueño de la humanidad que nunca alcanzamos'. Quizá por esas contradicciones afirma que el personaje más interesante de su libro puede ser la serpiente, 'que no es el demonio, sino más bien un oráculo'.
Palabras de Gioconda Belli al recibir el Premio Biblioteca Breve
Dr. en Arq. Humberto González Ortiz
Barcelona a 9 de diciembre de 2008
2 comentarios:
tomo nota del libro GRACIAS..
Si lo lees... imagina que te lo he dedicado... esta escrito 'por una mujer'... y para mujeres luchadoras y críticas como vos... amiga Lola!
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