UN ÁRBOL FRONDOSO Y VERDE, Y UN SOL AMARILLO Y SONRIENTE

Dejé a mi hija en el kinder, como siempre, le dí un beso y le acaricie su pelo, la maestra le tomó la mano y la acompañó al salón, como cada mañana...

Comenzó la clase y en el pizarrón, la maestra dibujó las vocales, y un árbol frondoso y verde, cobijado por un radiante sol amarillo y sonriente...

¡El silencio se rompió de pronto!, gente armada con fusiles y cascos, irrumpieron en el aula...

¡DESALOJEN, DESALOJEN!... agarraron a los niños y salieron corriendo, entre disparos.

La maestra estaba paralizada, el gis amarillo se quebró, y comenzó a llorar...

Iba en mi coche cuando en el noticiario, informaban de una balacera entre policías y narcos, ¡otra vez la misma mierda! -pensé-, cuando el locutor dijo que un kinder fué desalojado... Quedé petrificado... cuando dí el volantazo para regresar de nuevo al kinder... un árbol frondoso y verde estaba enfrente de mi coche, y un sol amarillo y sonriente me cegaba, y comencé a llorar, acelerando...


Dr. en Arq. Humberto González Ortiz
Barcelona a 18 de enero de 2008

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