viernes, 4 de mayo de 2007

KOYAANISQATSI

Un documental que nos lleva a un ritmo frenético, con ciertas pausas concebidas magistralmente por la música de Phillip Glass, que nos sugiere un poema sonoro, acampañando sueve y melancólico el poema visual que es KOYAANISQATSI, que traducido de la lengua de los antiguos pobladores de Estados Unidos, significa 'Vida fuera del Equilibrio', 'Vida en Turbulencia' o 'Vida que lleva a la desintegración'. Un fil realizado cuidaosamente entre los años 1975 y 1982, nos da una bofetada en la cara, no para alarmarnos, pero sí, para demostrar que todo caos lleva al equilibrio, y que si esta humanidad nuetsra no se detiene, reflexiona, y cambia el rumbo de la vida en el planeta, podemos llegar finalmente a la desintegración de la vida, como paso último del desordenado orden que estamos creando.

El propio director del fil Godfrey Regio, afirma que Koyaanisqatsi:
intenta revelar la belleza de la bestia! Generalmente percibimos nuestro mundo, nuestro estilo de vida, como algo tan hermoso porque no hay otra cosa que percibir. Si uno vive en este mundo, el mundo globalizado de la alta tecnología, lo único que uno podrá ver es un colchón de comodidad sobre otro. En nuestro mundo lo "original" es la proliferación de lo estandarizado. Las copias son copias de copias. Parece no haber habilidad para ver más allá, para ver que nos encapsulamos en un ambiente artificial que reemplazó al original, a la naturaleza misma. Nosotros no vivimos ya con la naturaleza. Vivimos sobre ella. Fuera de ella. La naturaleza se ha convertido en un recurso para solventar la existencia artificial de la urbe.

Habiendo dicho eso, mi intención, en otras palabras, es describir el gran cuadro. Koyaanisqatsi no es mucho sobre nada, ni siquiera tiene un sentido específico o valioso. Koyaanisqatsi es después de todo un objeto animado, un objeto en tiempo, en movimiento. El sentido lo encontrará el espectador. El arte no tiene un sentido intrínseco. Ese es su poder, su misterio y de ahí su atracción. El arte es libre. Estimula al espectador a insertarle su propio significado, su propio valor. Así, cualquier sentido o valor en Koyaanisqatsi puede proceder exclusivamente del receptor. El sentido del film es provocar preguntas que sólo la audiencia puede contestar. Este es el único valor de una obra de arte: no un sentido predeterminado, sino un sentido adquirido en la experiencia del que va a su encuentro. El receptor es mi interés, no el sentido. Si el sentido es el objetivo, entonces la propaganda y la publicidad es la forma. Así que en el sentido del arte, el significado de Koyaanisqatsi es cualquiera que tú desees encontrarle. Ese es su poder."


Dr. en Arq. Humberto González Ortiz
En Barcelona a 4 de mayo de 2007

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