Los paradigmas de la arquitectura moderna se mueven constantemente entre ‘opuestos’, la necesidad fue inicialmente una motivación para hacer arquitectura que, con mayor o menor fortuna plástica, diera respuesta eficiente a la necesidad humana de habitar. Y actualmente la necesidad’ a sido rebasada por ‘la forma’.
En los años 30 del siglo pasado los congresos de arquitectura (CIAM) dieron prioridad a la funcionalidad en arquitectura, dejando de lado ‘lo superfluo’, lo ‘innecesario’.
En México hubo grandes promotores de las teorías del CIAM llevadas con maestría al día a día de la arquitectura, mencionamos por ejemplo a Juan O’Gorman, que cuando se dio cuanta de la mercantilización en la que se convertía la arquitectura funcionalista mexicana, renuncio a ella y se dedicó por entero a la pintura, o Juan Legarreta que construyó con dinero familiar la casa obrera, para demostrar con hechos las posibilidades de un nuevo enfoque en la arquitectura de la revolución mexicana, esta casa está convertida hoy en una vulcanizadota perdida en la enorme ciudad de México, o Juan Segura que propuso su edificio Ermita en 1930, anticipándose a Le Corbusier con su Unidad de Habitación en Marsella construida en 1947.
Latinoamérica cuenta con enormes talentos que siguen creyendo que la crítica en arquitectura también, se hace construyendo para ‘la necesidad’ de los pobladores de escasos recursos, redescubriendo los materiales, el paisaje, la ciudad, para ofrecerla a través de objetos de arquitectura a los ciudadanos, Alejandro Zhon, Carlos Mijares en México, Rogelio Salmona en Colombia, Fernando Castillo en Chile, Eladio Dieste o José Luis Livni en Uruguay, Victor Pelli y Claudio Caveri en Argentina… o mi maestro Carlos González Lobo que deja las aulas y se lanza a la calle para proyectar con, y para, los usuarios de escasos recursos, sin siquiera tener alguna línea en ningún artículo en las revistas 'de moda'.
Quizás los críticos de arquitectura también, ‘son incapaces de tomar riesgos fuera de la imitación acrítica de los modelos mediáticos de la arquitectura contemporánea’, parafraseando a Miquel Adriá cuando ‘mirando hacia fuera’, nos presenta en Babelia1 (del periódico español EL PAIS) la historia del Rural Studio fundado por el arquitecto norteamericano Samuel Mockbee.
Dr. en Arq. Humberto González Ortiz
En Barcelona a 8 de mayo de 2007
2 comentarios:
me ofende las personas cuando solo valoran aquello que consideran un "lujo", en estos momentos me entran en la memoria obras de arquitectos actuales que son de unos cuantos millones de euros y realmente, solo se conocen estan obras porque detras de todo existe una publicidad que gerena dinero.
un arquitecto debia de poder crear una obra con un minimo presupuesto o ninguno, y asi comprenderia lo dificil que a veces resulta conseguir un espacio habitable para muchos humanos que no tienen una vivienda digna donde poder cobijarse.
Aurora... es verdad, la arquitectura actualmente se mueve entre la mercadotenia y la totemización de las esculturas que mas tienen que ver con la moda, que no con la necesidad del 70% del mundo que necesita 'todo'... y creeme, creo que es mas dificil proyectar y construir casas que valgan 2000 USD que no grandes 'super-producciones' (haciendo alusión a las grandes películas) de millones de euros... espero que sigas visitando el blog.
Un saludo
Publicar un comentario