Pretendo ofrecer a los lectores de este blog, algunas ‘dudas razonables’ acerca de temas que me inquietan, y justifican mi necesidad de seguir indagando enigmas en los cuales, buscar y rebuscar infinidad de respuestas posibles. Lo único cierto que ofrezco al lector de estas líneas es que sí, creo que el mundo y por ende la arquitectura actual, está dividida entre el norte rico obsesionado en crear iconos arquitectónicos, y donde el culto a la personalidad de los arquitectos a veces roza el insulto; y por otro lado, esta el sur empobrecido, sin diseño, gris, con miles, millones de pies de casas que rodean los suburbios de Latinoamérica, Asia y África.
El triunfo político, militar y económico actual en Irak, nos conduce a esta ‘calcutización’ del planeta, y nos enfrenta a un panorama desalentador, donde la economía de libre mercado sigue su camino implacable, y los recortes en derechos sociales, civiles, y culturales, siguen detrás de las políticas neoliberales en el mundo de hoy. Y esto hay que decirlo así, como es, aunque suene muy politizado.
…¿Por qué?... porque es en esta realidad, donde requerimos de una nueva ética arquitectónica, de un replanteamiento arquitectónico a escala mundial. Ni los Congresos, ni los Grandes Premios Internacionales de Arquitectura, reconocen la labor de arquitectos e investigadores que han trabajado (y que trabajan), por compaginar la labor funcional y profesional del arquitecto, con las necesidades del mundo pobre de hoy. Y por ello debemos buscar nuestros propios espacios para la investigación y la propuesta.
En estos tiempos modernos de Internet, economías que compran países, guerras preventivas y el miedo utilizado como método para obtener poder; solo deseo que volvamos al origen del pensamiento humano, y que seamos capaces de ‘analizar’ lo que vemos y aprendemos día con día, que hagamos de la crítica nuestra arma en el quehacer diario de nuestra profesión, con ello entenderéis el porque me gusta dar a conocer trabajos como el de Carlos González Lobo, que proyecta y construye bóvedas de yeso para pobres en Mauritania, o las investigaciones que sobre ladrillo armado realizó en Uruguay el ingeniero Eladio Dieste, o las viviendas obreras que proyectaron y construyeron entre 1930-1940 los arquitectos críticos mexicanos Juan Legarreta y Juan O’gorman.
Y rescatar el trabajo de ‘periodismo arquitectónico’ recopilado por el arquitecto mexicanos Fernando González Gortázar, que se ha presentado el pasado miércoles18 de abril en el Palacio de las Bellas Artes de México, como una necia necesidad, de los que creemos que también debe existir ‘otra’ ciudad posible, ‘otra’ visión de la arquitectura que rompa con la mercantilización y el snobismo de la arquitectura actual, y que aporte propuesta para el rescate de nuestras ciudades, de nuestros espacios públicos, de nuestra arquitectura que incorpore también, a las masas de población empobrecida del planeta.
Dr. En Arq. Humberto González Ortiz
Barcelona a 20 de noviembre de 2006
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Manuel Larrosa alerta contra ''la virtual extinción del periodismo arquitectónico''
ARTURO GARCIA HERNANDEZ
http://www.jornada.unam.mx/2007/04/20/index.php?section=cultura&article=a07n1cul
El triunfo político, militar y económico actual en Irak, nos conduce a esta ‘calcutización’ del planeta, y nos enfrenta a un panorama desalentador, donde la economía de libre mercado sigue su camino implacable, y los recortes en derechos sociales, civiles, y culturales, siguen detrás de las políticas neoliberales en el mundo de hoy. Y esto hay que decirlo así, como es, aunque suene muy politizado.
…¿Por qué?... porque es en esta realidad, donde requerimos de una nueva ética arquitectónica, de un replanteamiento arquitectónico a escala mundial. Ni los Congresos, ni los Grandes Premios Internacionales de Arquitectura, reconocen la labor de arquitectos e investigadores que han trabajado (y que trabajan), por compaginar la labor funcional y profesional del arquitecto, con las necesidades del mundo pobre de hoy. Y por ello debemos buscar nuestros propios espacios para la investigación y la propuesta.
En estos tiempos modernos de Internet, economías que compran países, guerras preventivas y el miedo utilizado como método para obtener poder; solo deseo que volvamos al origen del pensamiento humano, y que seamos capaces de ‘analizar’ lo que vemos y aprendemos día con día, que hagamos de la crítica nuestra arma en el quehacer diario de nuestra profesión, con ello entenderéis el porque me gusta dar a conocer trabajos como el de Carlos González Lobo, que proyecta y construye bóvedas de yeso para pobres en Mauritania, o las investigaciones que sobre ladrillo armado realizó en Uruguay el ingeniero Eladio Dieste, o las viviendas obreras que proyectaron y construyeron entre 1930-1940 los arquitectos críticos mexicanos Juan Legarreta y Juan O’gorman.
Y rescatar el trabajo de ‘periodismo arquitectónico’ recopilado por el arquitecto mexicanos Fernando González Gortázar, que se ha presentado el pasado miércoles18 de abril en el Palacio de las Bellas Artes de México, como una necia necesidad, de los que creemos que también debe existir ‘otra’ ciudad posible, ‘otra’ visión de la arquitectura que rompa con la mercantilización y el snobismo de la arquitectura actual, y que aporte propuesta para el rescate de nuestras ciudades, de nuestros espacios públicos, de nuestra arquitectura que incorpore también, a las masas de población empobrecida del planeta.
Dr. En Arq. Humberto González Ortiz
Barcelona a 20 de noviembre de 2006
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Manuel Larrosa alerta contra ''la virtual extinción del periodismo arquitectónico''
ARTURO GARCIA HERNANDEZ
http://www.jornada.unam.mx/2007/04/20/index.php?section=cultura&article=a07n1cul
El estado de guerra por el poder y el dinero que actualmente asola a la sociedad, ''anula todo interés por la producción de la ciudad", por el ''espacio público" y en especial por ''una de sus generatrices más importantes: la arquitectura".
En esta guerra de ''todos contra todos" se respeta e impulsa la arquitectura de la riqueza, que ''produce guetos ricos y auspicia guetos pobres" y en la que ''sólo existe el yo próspero y el ustedes pobres diablos. Nunca: el nosotros de la ciudad".
Los cuestionamientos los hizo Manuel Larrosa, durante la presentación de su libro Periodismo arquitectónico, que reúne una selección de sus textos sobre urbanismo y arquitectura publicados a lo largo de 15 años, tanto en La Jornada como en el suplemento Sábado del antiguo unomásuno.
La disputa por el poder económico y político hace olvidar el tema de lo urbano y la arquitectura, que requieren, '''cuando se hace ciudad, de la convergencia del yo y el nosotros". Y esto ha tenido como otra consecuencia lamentable la exclusión ''hasta su virtual extinción, del periodismo arquitectónico".
La disputa por el poder económico y político hace olvidar el tema de lo urbano y la arquitectura, que requieren, '''cuando se hace ciudad, de la convergencia del yo y el nosotros". Y esto ha tenido como otra consecuencia lamentable la exclusión ''hasta su virtual extinción, del periodismo arquitectónico".
Contra la realidad simulada
La exclusión del periodismo -continuó Larrosa- de ''asuntos tan estrechamente vinculados a la vida social, como son la ciudad y la arquitectura, tiene que ver con cierto tipo de código: según Baudrillard, en la sociedad de consumo se ofrece a los individuos la ilusión de elegir libremente, cuando en verdad las redes inmensas de una realidad simulada los tiene atrapados".
Esta realidad simulada ''tiene su expresión cabal en la televisión", y ''el periodismo en tecnicolor va que vuela para complementar esa realidad simulada".
En tales condiciones -consideró el arquitecto- ''hace falta que los periódicos que no han sucumbido al embate de esta epidemia, destaquen en los frentes de batalla corresponsales que mantengan en los lectores el interés por los diferentes modos en que pueden participar en la tarea de hacer ciudad".
Periodismo arquitectónico -editado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Instituto Nacional de Bellas Artes, por conducto de su Dirección de Arquitectura- fue presentado la noche del miércoles en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. Los comentarios estuvieron a cargo de Carlos Payán Velver, director fundador de este diario y reconocido por Larrosa por la generosidad con que en su momento acogió sus textos; de los arquitectos Fernando González Gortázar y Carlos González Lobo, y de Huberto Batis, editor de los textos de Larrosa en Sábado.
Payán hizo una glosa del libro presentado, destacó algunos de los temas y reconoció la preocupación del autor por las cuestiones que atañen a la arquitectura del país. Señaló que sus textos no sólo son los de un periodista que escribe de arquitectura o de un arquitecto que escribe, sino de un ciudadano que escribe con conocimiento de causa; un hombre de cultura que ''escribe con voz docta" y ''buena prosa".
González Gortázar elogió la calidad humana de Larrosa, ''agudo observador del mundo y sus fenómenos, de la sociedad y de la historia". Dijo que es uno de los pocos arquitectos rebeldes que hay, de los que ''rompen los modelos, o los expanden, o crean visiones nuevas". Ciudadano y militante ''comprometido a fondo", tiene una ''indoblegable reciedumbre"; es ''un escritor infatigable, con una capacidad de análisis que corre pareja con la buena pluma, llena de lirismo, sabiduría e imaginación".
Su capacidad de indignación ''es admirable: es uno de los motores de la espléndida selección que recoge este libro que hoy hacemos público".
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